domingo, 10 de junio de 2007

Mitología: las dos caras del dios Jano.

Jano bifronte
Hay un dios en la mitología romana que no tiene su correspondiente en la mitología griega. Un dios al que los aficionados a la escritura literaria deberíamos enconmendarnos. El dios Jano es el dios de los principios y de los finales. Dos cosas a tener en cuenta, el inicio y el final de un relato o de un poema deben cuidarse con especial mimo.
Es muy curiosa la historia de Jano, leo y comparto aquí lo que de él encuentro en Wikipedia:

Jano

En la mitología romana Jano (en latín Janus) es un dios que tenía dos caras mirando hacia ambos lados de su perfil, padre de Fontus. Jano era el dios de las puertas, los comienzos y los finales. Por eso le fue consagrado el primer mes del año que en español pasó del latín Ianuarius a Janeiro y Janero, y de ahí derivó a Enero).

Su representación habitual es bifronte, esto es, con las dos caras mirando en sentidos opuestos. Es el dios de los cambios y las transiciones, de los momentos en los que se traspasa el umbral que separa el pasado y el futuro. Su protección, por tanto, se extiende hacia aquellos que desean variar el orden de las cosas. Se le honraba cada vez que se iniciaba un proyecto nuevo, nacía un bebé o se contraía matrimonio.

Su principal templo en el Foro Romano tenía puertas que daban al este y al oeste, hacia el principio y el final del día, y entre ellas se situaba su estatua, con dos caras, cada una mirando en sentidos opuestos. En todos los hogares se le dirigía la plegaria matutina, y en toda tarea doméstica se buscaba su asistencia. Como dios de los comienzos, se lo invocaba públicamente el primer día de enero (Ianuarius), el mes que derivó de su nombre porque inicia el nuevo año. Se lo invocaba también al comenzar una guerra, y mientras ésta durara, las puertas de su templo permanecían siempre abiertas; cuando Roma estaba en paz, las puertas se cerraban. Jano no tiene equivalente en la mitología griega.

Al igual que Prometeo, Jano es una suerte de héroe cultural, ya que se le atribuye entre otras cosas la invención del dinero, las leyes y la agricultura, según los romanos este dios aseguraba buenos finales.

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Y añado más información curiosa que leo en otra web:

"Pero más importante era aún que se consideraba a Jano el dios de los solsticios, las «puertas solsticiales» o «puertas del cielo». Así, el solsticio de verano —fecha a partir de la cual la luz diurna se va reduciendo diariamente— era llamado janua inferni, la puerta del infierno o de los hombres, y el solsticio de invierno, janua coeli, la puerta de los dioses. Además, esta divinidad era para los miembros de los collegia fabrorum romanos –los constructores–, el dios de iniciación a los misterios…"

"Se le representa teniendo una llave en una mano, y en la otra una vara, para indicar que es guardián de las puertas y que preside los caminos."

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Jano es el dios en el que reside el principio y el fin de todas las cosas, el alfa y omega. Esta idea es recogida por la religión cristiana: Dios, como principio y fin de todas las cosas, recogiendo de él igualmente el símbolo con que se representaba al dios Jano en sus templos.

¿No decía que era curioso? Cosas como el mes de enero, los solsticios o Río de Janeiro, están unidos a este dios.

Si os interesa conocer más acerca del dios Jano podéis consultar el artículo:

Ianus, Vigilante del equilibrio del universo. Autor: Carlos Sánchez-Montaña.

1 comentario:

maría dijo...

Pues...eso de Rio de Janeiro... me tiene a mi intrigada! (Supongo que el nombre claro, pero...el nombre será ¿porqué es?).
Muchas gracias por esta información que andaba buscando, -y por la imágen que te la he robado... (espero me lo perdones).
Saludos
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MARÍA